Hacé un plan primero:
Antes de empezar con las compras irresponsables, hacé un presupuesto en el que planifiqués y ordenés tus ingresos, gastos y deudas pendientes. De esta manera podrás manejar tu aguinaldo de forma efectiva, evitando gastarlo de forma innecesaria o compulsiva.
Amortizá o pagá deudas:
Si tenés una deuda que pagar, este es el momento. Analizá los saldos de tus tarjetas de crédito, hipotecas u otro tipo de préstamos. Con las tarjetas de crédito comenzá con aquellas que generan más intereses o sean más complicadas, recordá que mantener en orden tus tarjetas puede ayudarte a mejorar tu historial crediticio.
Comenzá tu fondo de emergencia:
Como lo hemos visto en otros temas, un fondo de emergencia es algo indispensable para lograr tu tranquilidad financiera. Este fondo te dará estabilidad cuando ocurra algún imprevisto, como enfermedad o accidente. Igualmente, este fondo de emergencia te dará un poco de tranquilidad en caso de que perdás tu trabajo. Es por eso, que el aguinaldo te puede ayudar a comenzar con dicho fondo.
Invertir para alcanzar una meta futura:
También podés aprovechar tu aguinaldo para lograr una meta futura, como el pago mínimo para comprar un carro o para las vacaciones del próximo año. Siempre es importante que te organicés en todos estos gastos y así después no te vayás a quedar sin capital para otro tipo de gastos que querás realizar.
Estas son solo algunas sugerencias en lo que podés gastar tu aguinaldo de manera inteligente. Recordá nunca destinar todo tu dinero a compras de navidad, regalos u otro tipo de gasto no planificado, tratá de ahorrar la mayor cantidad que podás.